La comparsa de gigantes y cabezudos de Pamplona: nombres, a quién representan, origen e historia

Descubre la historia, el origen y el significado cultural de los gigantes de Pamplona, figuras emblemáticas de las fiestas de San Fermín desde 1860

Si hay algún protagonista de la ciudad de Pamplona esos son los integrantes de la Comparsa de Gigantes y Cabezudos. A pesar de que solo recorren las calles de la capital navarra en determinados momentos del año, niños y niñas (y los que no lo son tanto) les profesan un cariño inmenso. Estas 25 figuras llenas de color siguen el ritmo de gaiteros y txistularis desde hace más de 160 años… seguro que las has admirado en más de una ocasión, pero, ¿cuánto sabes sobre ellas?

Cómo se llaman los Gigantes de Pamplona y quiénes son

Los gigantes son más conocidos por sus cuatro razas, que por sus curiosos nombres, miden entre 3,85 y 3,90 metros, aunque sobre el portador alcanzan los 4,20 metros, y pesan en torno a los 59-64 kilos.

Reyes europeos: Joshemiguelerico y Joshepamunda

La primera pareja de gigantes está compuesta por el Rey y la Reina Europeos. Él, también conocido como Joshemiguelerico, se caracteriza por llevar una corona, un cetro real, una espada recta, un collar del toisón de oro y el emblema de la Orden de Santiago. Su pareja, la Reina Europea o Joshepamunda, luce una elegante mantilla y un ramo de flores, además de un abanico en la mano y pendientes y collar dorados.

Reyes asiáticos: Sidi abd El Mohame y Esther Arata

Los reyes asiáticos destacan por sus turbantes. El Rey, Sidi abd El Mohame, incluye en su atuendo el turbante coronado por una media luna y un alfanje que, debido a que sobresale de la figura, ha sufrido numerosos golpes. Por su parte, la Reina Esther Arata viste una capelina y una media luna dorada sobre su cabeza, además de portar un farol en la mano. Resulta curioso que esta era la única gigante que en inicio no tenía ribete al final del faldón, aunque ahora sí lo tiene, de color blanco.

Reyes africanos: Selim-pia Elcalzao y Larancha-la

Quizá el gigante con el nombre más ingenioso sea el africano, Selim-pia Elcalzao, que llama la atención por su indumentaria color crema y porta, al igual que el asiático, un alfanje. A su lado suele bailar la Reina, Larancha-la, que también viste de tonos blanquecinos. Juntos se mueven al ritmo de un vals e hipnotizan al público entre vueltas y bucles blancos.

Reyes americanos: Toko-toko y Braulia

Los reyes americanos son una de las parejas más queridas por la entrega en sus bailes. El Rey, también conocido como Toko-Toko, porta un arco y un carcaj con cuatro flechas a la espalda y tres plumas de hojalata dorada adornan su cabeza. A su lado, la Reina Braulia destaca sin diferenciarse por nada más que las tres plumas doradas de hojalata que coronan su cabeza. Antiguamente llevaba un abanico de plumas, pero ahora no luce ningún complemento especial. La música, sin embargo, la hace resaltar sobre los demás, ya que es la única que disfruta de la melodía de los txistus.

¿Quién fue Tadeo Amorena? historia y origen de la comparsa de Pamplona

La mayoría de estos personajes tan carismáticos, símbolos indiscutibles de las fiestas, fueron creados en el siglo XIX de mano del artista navarro Eleuterio Tadeo Amorena Gil. De profesión maestro pintor, creó las figuras de los ocho gigantes, así como las de los kilikis Coletas y Barbas y dos zaldikos. Fue el propio Tadeo Amorena quien envió una carta al Ayuntamiento de Pamplona en marzo de 1860 en la que se ofrecía a construir uno o dos gigantes sin recibir otra remuneración que la del coste de los materiales empleados. Esa carta de ofrecimiento, con la ortografía textual de Amorena, señalaba las tres características que debían tener esos personajes y que actualmente tienen: “1ª la de ser sumamente ligeros, cuyo peso total no esceda de ochenta libres y este arreglado de forma que sus conductores, puedan maniobrar con facilidad y soltura, sin peligro de caérseles, como acontece en todas las veces que los sacan á pasear. 2ª la de tener una solidez a prueba, sin embargo de la sencillez de sus armazones; y 3ª la de ser unas figuras nobles, de elegantes formas y proporciones, según el arte de la escultura, cuyos personajes podrán representar, las cuatro partes del mundo”.

Esta iniciativa de Amorena fue aceptada por el Ayuntamiento. No en vano, el Consistorio le pagó 2.600 reales de vellón por los dos gigantes europeos, más de una gratificación que se le concedió a Amorena de otros 1.000 reales de vellón. Con posterioridad al encargo de la primera pareja de gigantes se le encargó que construyera otros seis más, tal y como él había comentado en la carta remitida al Ayuntamiento, para así representar esas “cuatro partes del mundo”. El Ayuntamiento pagó 6.000 reales de vellón por esos seis gigantes más, con sus correspondientes trajes, que desfilaron ya en las fiestas de San Fermín de 1860. El Consistorio decidió, además, regalarle los seis viejos gigantes que hasta esa fecha salían durante las fiestas.

Significado de los gigantes de Pamplona

Estos personajes tan emblemáticos constituyen uno de los elementos característicos de San Fermín. Protagonistas de las mañanas, representan la alegría y unión que se respiran en estas fiestas y acompañan a pamploneses y pamplonesas desde sus primeros recuerdos. Sus bailes son los más esperados y su despedida congrega miles de besos y promesas para el año siguiente. Además, la relevancia que han ido adquiriendo con el paso de las décadas les ha permitido formar parte de la comitiva que acompaña a San Fermín en la procesión del 7 de julio.

Su perfil solemne, pero a la vez divertido, los convierte en representantes de la ciudad, que salen a las calles no solo en las fiestas de julio, sino también en otras ocasiones de celebración a lo largo del año. En definitiva, los gigantes ayudan a que las nuestras sean unas fiestas sin igual.

Cabezudos, Kilikis Y Zaldikos

Cabezudos: Alcalde, Concejal, Abuela, Japonés y Japonesa

Los cabezudos preceden a los gigantes y son los personajes más serios de la comitiva. El Japonés, la Japonesa, el Concejal, la Abuela y el Alcalde, creados por Félix Flores en 1890, pasean entre los niños dándoles la mano, y, aunque sus intenciones son buenas, sus grandes cabezas ­—de más de dos metros de perímetro y 14 kilos de peso— provocan más de un llanto. El que más asombro provoca es el Alcalde con sus ojos móviles.

Kilikis: Coletas, Barbas, Patata, Napoleón, Caravinagre y Berrugón

Su seriedad contrasta con la algarabía de los más pillos, los kilikis, que también fueron conocidos como ‘gigantillos’. A Coletas, Barbas, Patata, Napoleón, Caravinagre —el más popular— y Verrugón se les distingue por ser más pequeños, portar una verga de espuma en la mano —que en origen fue de cuero y de vejiga animal—, y por llevar tricornio.

Zaldikos

Completan el cortejo seis zaldikos, mitad hombres mitad caballos, que también se dedican a perseguir y golpear a niños y no tan niños. Estos personajes son los únicos que no tienen nombre y se les conoce con números del uno al seis.